Le pedi a Dios que me quitara mi orgullo
y Dios dijo ” No “.
Me dijo que no era algo que El tuviera que quitarme
sino que yo tenía que sacrificarme por conseguirlo.
Le pedí a Dios que me consediera paciencia,
y Dios dijo ” No “.
Me dijo que la paciencia es fruto de la tribulación.
No se concede, se conquista.
Le pedi que me diera felicidad,
y Dios dijo ” No “.
Me dijo que El da bendiciones.
La felicidad depende de mi.
Le pedi que me evitara el dolor,
y Dios dijo ” No “.
Me dijo que el dolor y el sufrimiento me santifican y me alejan
de las preocupaciones mundanas
y que me acercan mas a El.
Le pedi a Dios que hiciese crecer mi espíritu,
y Dios dijo ” No “.
Me dijo que debo crecer personalmente,
porque El me podaría de vez en cuando.
Le pregunté a Dios que si me amaba,
y Dios dijo ” Si “.
Me dijo que había dado su único hijo y que había
muerto por mi y que un día estaría en el paraiso
porque tengo fe.
Le pedi a Dios que me ayudara a amar a otros,
como El me ama,
y Dios dijo:
POR FIN ESTAS COMENZANDO A ENTENDER
Autor: Claudia Minden Welsz
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