pelea contra los que me combaten.
2 Echa mano al escudo y al pavés,
y levántate en mi ayuda.
3 Saca la lanza,
cierra contra mis perseguidores;
di a mi alma: «¡Yo soy tu salvación!»
los que buscan mi vida;
sean vueltos atrás y avergonzados
los que mi mal intentan.
5 Sean como el tamo delante del viento,
y el ángel de Jehová los acose.
6 Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
y el ángel de Jehová los persiga,
sin causa cavaron hoyo para mi alma.
8 ¡Véngale el quebrantamiento inesperado,
y la red que él escondió lo atrape!
¡Caiga en ella con quebranto!
se regocijará en su salvación.
10 Todos mis huesos dirán:
«Jehová, ¿quién como tú,
que libras al afligido del más fuerte que él,
y al pobre y menesteroso del que lo despoja?»
de lo que no sé me preguntan.
12 Me devuelven mal por bien,
para afligir a mi alma.
13 Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí con ropas ásperas;
afligí con ayuno mi alma
y mi oración se volvía a mi seno.
14 Como por mi compañero, como por mi hermano andaba;
como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.
se juntaron contra mí gentes despreciables y yo no lo entendía;
me despedazaban sin descanso;
16 como aduladores, escarnecedores y truhanes,
crujieron contra mí sus dientes.
Rescata mi alma de sus destrucciones,
mi vida de los leones.
18 Te confesaré en la gran congregación;
¡te alabaré en medio de numeroso pueblo!
ni los que me odian sin causa guiñen el ojo,
20 porque no hablan paz
y contra los mansos de la tierra
piensan palabras engañosas.
21 Ensancharon contra mí su boca;
dijeron: «¡Con nuestros ojos lo hemos visto!»
¡Señor, no te alejes de mí!
23 ¡Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa!
24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová, Dios mío,
¡que no se alegren de mí!
25 No digan en su corazón: ¡Ya es nuestro!
No digan: ¡Lo hemos devorado!
26 Sean avergonzados y confundidos a una
los que de mi mal se alegran;
vístanse de vergüenza y de confusión
los que se engrandecen contra mí.
y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
que ama la paz de su siervo.
28 ¡Mi lengua hablará de tu justicia
y de tu alabanza todo el día!
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